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El Coronavirus nos invita a viajar desde casa

La tos

Aterrizaba mi vuelo en Medellín, Colombia, procedente de Madrid España, observaba por la ventana el verde de las montañas y árboles que llevaba mucho tiempo sin ver, cuando, en dos filas adelante de mí, escuché un pasajero tosiendo.

Todos los pasajeros cercanos se empezaron a mirar y a taparse la boca, asustados pensando en el inclemente Coronavirus, el tema del momento.

Estando a tantos miles de metros de altura, no hay mucho que se pudiera hacer, sino esperar que este pasajero ni nadie en el avión, tenga el virus.

Al aterrrizar ya se me había olvidado la tos del pasajero y lo único que quería en ese momento era reencontrarme con mi familia.

Llego a migración y lo primero y único que me preguntan es si había estado en los últimos días en China, cuya respuesta fue negativa. El agente de migración solo me selló el pasaporte y continué el camino a por mis maletas y posteriormente a la salida.

Debo aclarar que este viaje fue realizado antes de que el virus se expandiera a Europa y antes de tantas restricciones gubernamentales para evitar más contagios; por eso no necesité cuarentena ni mayores recomendaciones. Pero si evité salir mucho los días posteriores.

Como esta comienzan muchas historias de las últimas semanas, alrededor de la delicada y mediática situación que vive el planeta: El Coronavirus.

Pasan los días y semanas y ya el virus se ha ido multiplicando en todo el mundo. Pasa el tiempo, prendes el televisor o revisas tus redes sociales y día tras días son más las noticias, comunicados y cifras de este terrible virus, aumentando el pánico y la ansiedad en todo el mundo. Los gobiernos han tomado medidas para evitar más contagios y no dejar esparcir más el virus. Aunque no todo el mundo las cumple.

Esta pandemia no solo afecta la salud e integridad de miles de millones de personas. También afecta drásticamente la economía mundial, pues son muchos los establecimientos cerrados, la gran cantidad de eventos cancelados y ni hablar del número de vuelos cancelados, hoteles vacíos, empresas sin producir, etc.

Una de las formas de contribuir con la economía, es no cancelar vuelos ni reservas hoteleras, sino, en la medida de lo posible, aplazarlos. Lo más importante es la salud e integridad de todos, por eso, si tienes viajes próximamente, mejor aplázalos.

Una pausa

Mientras tanto, tomémonos una pausa. Yo sé que a muchos nos gusta viajar, conocer nuevas culturas y costumbres, pero por ahora debemos permanecer en casa, para prevenir contagios; por nosotros, nuestras familias, vecinos y habitantes de todo el mundo. Juntos podemos frenar esta pandemia.

Adicionalmente, lo mejor que podemos hacer para evitar la ansiedad o nervios, es no ver noticias ni videos o audios que solo alarman y causan terror. Lo mejor es que mantengamos la mente ocupada en cosas amables, divertidas y esperanzadoras.

Por ejemplo, en estos días de cuarentena, recomiendo dos opciones para viajar desde casa: Museos virtuales y lugares históricos para visitar de forma virtual.
Los enlaces son:

También puedes recurrir a la lectura, escritura, organizar fotos de tus viajes o cualquier cosa que te apasione. La mente ocupada contribuye a la salud mental, indispensable para uns buena salud física.

Recuerda que siempre después de la tormenta viene la calma.

Catedral de La Almudena, Madrid, España
Madrid, España desde los tejados
Venecia, Italia


Roma, Italia

Lugave 😊

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